Si tuviéramos que elegir uno de
los aspectos más importantes del Yoga, habría que decantarse por la respiración.
La mayoría de nosotros no somos conscientes de lo que la respiración afecta a
nuestro estado mental y físico, pero la respiración es vida y en Yoga se
utiliza como uno de los principios fundamentales. Se contemplan 2 razones para
mantener una respiración apropiada: una para traer más oxígeno a la sangre y al
cerebro; y otra para controlar el prana o la energía vital que conduce al
control de la mente.
La forma correcta de respirar es empujar el
abdomen hacia fuera en la inhalación, y en la exhalación el abdomen volverá hacia dentro
de una forma natural.
Una respiración correcta debe estar
dividida en tres
partes, bajo abdomen, medio abdomen y pecho. Cuando
inhalamos, primero tenemos que llenar con aire el bajo abdomen, luego el medio
abdomen y lo ultimo el pecho. Cuando exhalamos el aire del pecho saldría primero, luego
el aire del medio abdomen y por último el aire del bajo abdomen. Al
principio, tendremos que hacer un esfuerzo consciente para que el abdomen vaya
hacia fuera en la
inhalación, con la práctica el cuerpo lo empezara a hacer de manera natural.
Solo
se trata de respirar de forma larga y continuada.
Muy despacio, usando toda la capacidad de nuestros pulmones y exhalando completamente. La mejor forma
de llegar a esto es poco a poco. La capacidad de los pulmones empieza a
extenderse y nuestra mente
consigue llegar a un estado de calma, un mayor balance, podemos
concentrarnos mejor y por tanto tomar
mejores decisiones.
La magia comienza cuando dominas la
exhalación, ya que es la
que ayuda a la eliminación de toxinas, tensiones, y pensamientos negativos.
La realización diaria de ejercicios respiratorios,
permite además la purificación de la sangre, el mejoramiento de las funciones
cerebrales, y lo más importante, la recuperación de las energías que
consumimos durante nuestra actividad diaria.

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